El crecimiento de la información sobre esta patología ya vimos hace unas semanas cómo se reflejaba en el ámbito de la publicación de artículos en revistas científicas, pero también puede medirse con otros parámetros de la investigación como el registro de ensayos clínicos. En esta misma página web, creamos el 7 de abril una pestaña dedicada a los EC sobre tratamiento recogidos en la web de la NLM ClinicalTrials.gov, con una relación no superior entonces a los 50 ensayos. Hace un mes hablábamos de que ya se habían registrado “9 sobre hidroxicloroquina, 7 sobre lopinavir/ritonavir, 6 sobre remdesivir, 6 sobre interferón, 4 sobre metilprednisolona, 4 sobre células madre, 3 sobre tocilizumab, 3 sobre sarilumab y 3 sobre oseltamivir”.
Estas cifras se han multiplicado en tan sólo un mes y ya hay recogidos 240 EC basados en 125 tratamientos diferentes (de ellos, 90 dedicados a una única terapia y el resto a dos o más, casi siempre de carácter farmacológico). Sobre todos ellos siguen destacando en número, muy por encima de las demás, las investigaciones sobre la hidroxicloroquina (67 EC), bien como único fármaco o en muchos casos en combinación con azitromicina, que es el segundo fármaco más utilizado en los ensayos (20 EC). A estos dos medicamentos les siguen tocilizumab (18 EC), lopinavir/ritonavir (17 EC), células madre (13 EC), plasma (12 EC), interferón (10 EC) e inhibidores de la ECA (9 EC).
Si en un principio fue China, por razones obvias, el primer país lanzado a la investigación sobre la COVID-19 y el primero en registrar ensayos clínicos (40 EC entre enero y abril), en la actualidad el mapa se ha transformado, siendo Estados Unidos el país líder en la investigación (73 EC), al que hay que sumar Francia (22 EC), España (17 EC) e Italia (17 EC), que unidos los tres se acercan en número de EC a la cifra estadounidense. En total, hay 39 países desarrollando ensayos clínicos sobre algún tratamiento relacionado con la COVID-19.
Agrupándolos por continente, resulta que 85 (36%) se están desarrollando, entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2020, en América del Norte (la mayoría en Estados Unidos), 81 (34%) en Europa (principalmente en España, Francia e Italia), 54 (23%) en Asia (sobre todo, en China) y 12 (5%) en América Central y del Sur (la mayoría en Brasil). Si se analiza esta distribución de acuerdo a la fecha de inicio de cada EC, puede observarse cierto reflejo del tsunami que ha recorrido el mundo desde enero de 2020: así, en Asia la mayoría de los EC comenzaron en febrero y, sobre todo, en su segunda quincena (cuando ya China era el foco de todas las noticias); mientras que en Europa, América del Norte y Am´rica Central y del Sur el mayor número se iniciaron en la segunda quincena de marzo y principalmente en la primera de abril, cuando ya la pandemia iba siendo una realidad en expansión por todos los rincones del mundo.
Si exceptuamos China y Estados Unidos, los principales países del mundo han comenzado sus investigaciones sobre la COVID-19, si consideramos la echa de inicio de su primer ensayo clínico, a lo largo del mes de marzo de 2020, durante la primera oleada de la pandemia (y en este caso, España, junto con Italia, ha sido una de las primeras).
País | Fecha inicio primer EC (2020) |
China | 21 de enero |
Estados Unidos | 21 de febrero |
España | 3 de marzo |
Italia | 3 de marzo |
Corea del Sur | 11 de marzo |
Jordania | 16 de marzo |
Canadá | 18 de marzo |
Turquía | 20 de marzo |
Francia | 22 de marzo |
Brasil | 23 de marzo |
Bélgica | 24 de marzo |
Noruega y Países Bajos | 25 de marzo |
Alemania | 29 de marzo |
Irlanda y Australia | 30 de marzo |
El crecimiento de la pandemia ha venido acompañado, como señalábamos hace unas semanas, por un crecimiento de la producción científica y un aumento de la investigación específica, como es el número de EC: 6 iniciados en todo el mundo en enero de 2020 (según ClinicalTrials.gov), 25 en febrero, 55 en marzo y 151 en abril (además de los que se van a iniciar en mayo y ya están registrados), con lo que cada mes se va duplicando, e incluso triplicando, su número. Cifras que, en términos acumulados, reflejan una curva en perfecta expansión, con un impulso a finales de marzo y principios de abril, y que desconocemos aún si se ralentizará en los próximos meses.
En cualquier caso, todas estas cifras abrumadoras de artículos e investigaciones clínicas es de esperar que traigan suficiente luz a la lucha y prevención de la COVID-19 y haya pronto la suficiente evidencia científica para la mejor toma de decisiones clínicas posible.
Equipo Biblioteca H12O