Mario Fernández Ruiz, Francisco López Medrano y José María Aguado, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Servicio de Medicina Interna del Hospital 12 de Octubre, han publicado en la revista Expert Opinion on Biological Therapy un editorial sobre el tratamiento de la COVID-19 con tocilizumab.
En estos meses de desarrollo de la pandemia los médicos han llegado a la conclusión de que la exuberante respuesta inflamatoria al virus contribuye al desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria aguda y a los fallos multiorgánicos. La inmunomodulación, en la mayoría de los casos, se ha mostrado como el tratamiento más prometedor. El uso de corticosteroides ha sido probado para reducir la mortalidad, lo que junto al hallazgo del alto nivel de interleukina-6 ha permitido avanzar sobre los tratamientos de esta patología. La experiencia prexistente sobre el uso de tocilizumab, anticuerpo monoclonal, para el tratamiento de la liberación de citoquinas en pacientes que reciben tratamiento con células T también ha sido utilizada frente a la COVID-19, de tal forma que la urgente necesidad de encontrar un tratamiento eficaz durante la primera ola llevó a un uso generalizado de este fármaco. Ahora que ya existen ensayos clínicos y estudios observacionales es el momento de revisar el uso del tocilizumab. Varios estudios observacionales han relacionado este fármaco con una menor mortalidad y un menor uso de la ventilación mecánica. También cinco ensayos clínicos han valorado su eficacia y seguridad, pero ninguno ha podido demostrar un beneficio aparente en términos de mortalidad ni tampoco indicios relevantes de seguridad. Parecen existir, por lo tanto, resultados y conclusiones contradictorios entre estudios observacionales y ensayos clínicos, quizás porque los pacientes incluidos en estos últimos eran más jóvenes y estaban menos enfermos. Los autores concluyen que aún no se ha dicho la última palabra sobre el tratamiento inmunomodulador frente a la COVID-19 y, de acuerdo a los beneficios observados por el uso del tocilizumab, debería seguir recomendándose su utilización en casos determinados de insuficiencia respiratoria progresiva y estado inflamatorio sostenido a pesar del uso de dexametasona.
Equipo Biblioteca H12O