Marina Alonso Riaño, del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital 12 de Octubre, es una de las firmantes de una carta al director publicada en Nefrología sobre un caso de nefritis tubulointersticial aguda después de recibir la vacuna BioNTech.
Los autores describen el caso de un varón de 78 años con enfermedad renal crónica y otras comorbilidades como hipertensión y diabetes mellitus. El paciente relata padecer leve hiporexia y astenia tres semanas después de haber recibido la primera dosis de la vacuna BNT162bs contra la COVID-19. 48 horas antes del ingreso había recibido la segunda dosis sin sintomatología adicional reseñable. Los hallazgos de la biopsia renal desvelaron síntomas compatibles con el diagnóstico patológico de nefropatía intersticial inmunoalérgica. Dadas las características clínicas del paciente y el hecho de haber sido vacunado recientemente, los autores describen este caso como una nefritis tubulointersticial aguda inducida por la vacuna BNT162b2. Se inició tratamiento con metilprednisolona y prednisona, que se fue disminuyendo e interrumpió después de 6 semanas, y ante la ausencia de recuperación renal se pasó a hemodiálisis.
A pesar de la utilidad de la vacunación, los autores señalan lo relevante de sus hallazgos anatomopatológicos en este caso clínico, aunque siempre es difícil vincular la causalidad en casos de nefritis ocasionadas por la administración de un fármaco o una vacuna. En consecuencia, la identificación y vigilancia de efectos adversos atribuibles a las vacunas contra la COVID-19 debe ser una prioridad de salud pública.
Equipo Biblioteca H12O